Antes de elaborar propuestas creativas para un programa a distancia, considero importante que los maestros de Arte centremos nuestra atención en un primer momento, en “la apreciación”.
Como bien sabemos, la mayor parte del trabajo artístico en la escuela es vivencia, es expresión, es comunicación y es creación personal o colectiva. En esta coyuntura tenemos la oportunidad de promover que nuestras alumnas y alumnos sean espectadores "activos" de teatro, danza, música, pintura y otras manifestaciones artísticas, echando su imaginación a volar, partiendo de valorar, ver, escuchar, conocer o reconocer diversas obras de arte, diversas manifestaciones artísticas, épocas, estilos; favoreciendo en paralelo su capacidad de observación, de interpretación, de crítica, y sobre todo su creatividad.
Esta es una gran oportunidad para escuchar música, ver obras teatrales, espectáculos de danza, deleitarse con colecciones de arte, de manera gratuita y virtual. Gracias a la magia de este mundo niñas, niños, adolescentes y jóvenes pueden desde visitar los Museos Vaticano, escuchar conciertos de la Ópera de Berlín, ver al New York City Ballet hasta apreciar arte popular, danzas regionales, coros, etc., la oferta es enorme. Para los más pequeños, del nivel inicial, hay también un sin número de actividades como ver funciones de títeres, obras de teatro para niños, cuentos narrados por extraordinarios cuenta cuentos, etc.
Todas estas experiencias que muchas veces se programan, pero por falta de tiempo no se logran realizar, tienen en este momento una oportunidad para vivirse, con tranquilidad, motivación y acompañamiento.
Podemos desde el Arte integrar también a la familia, en todas las actividades antes mencionadas, como también en algo tan sencillo, como ver una buena película. El Cine, arte en el que participan y se fusionan todas las artes, puede ayudarnos mucho en la apreciación. Podemos seleccionar clásicos del cine, películas contemporáneas y/o galardonadas, en las que alumnas y alumnos, puedan apreciar la estética de la propuesta, la fotografía, el guion, la actuación, el sonido, el vestuario, la dirección de arte, la música, los escenarios, etc. El maestro recomendará la película o películas, según la manifestación artística que trabaja el nivel al que se dirige.
Entonces vienen las preguntas de rigor.
¿Cómo acompañamos estos procesos?
¿Cómo evaluamos estas experiencias?
Lo importante es que alumnas y alumnos tengan un medio para compartir sus “experiencia”.
Depende la modalidad con la que se esté trabajando, de ser educación a distancia, pienso que sería interesante motivarlos mediante un pequeño video, grabado por nosotros, presentando el tema, presentado “siempre como una oportunidad”. Lo grabado en el video compartirlo también por escrito, luego, tal vez una pequeña ficha con algunas pautas que ayuden en el proceso de apreciación. Dependiendo el nivel, los mayores podrán enviar un ensayo, los más pequeños un dibujo o sus opiniones mediante grabaciones de voz.
En el caso de la educación virtual, que se viene ofreciendo mediante la plataforma zoom, u otras, en que el curso se ofrece en tiempo real, sería interesante el intercambio de ideas, que alumnas y alumnos manifiesten oralmente sus apreciaciones, todo esto conducido y trabajado sesión por sesión. En ambas modalidades, sea cual sea la actividad o sean las actividades, busquemos lograr que nos compartan al grupo o de manera individual al maestro, “la experiencia” y “su opinión”.
Nos tocará después analizar si va funcionando este primer intento, juntos iremos aprendiendo, lo más importante en este momento es “hacer y proponer”, sé que los artistas tendemos a buscar la “perfección”, recordando a Voltaire en estas circunstancias “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”, así que vamos “haciendo”. Todo esto es nuevo para la mayoría de nosotros, también para nuestras alumnas y alumnos, para nuestros padres de familia, para la comunidad, para nuestro país y para el mundo. Creo que me seguiré animando y los animo a compartir ideas, comentar lo que venimos haciendo desde nuestras instituciones educativas, y así podernos enriquecer mutuamente.
Como sabemos el arte en la educación contribuye a la formación integral de nuestras niñas, niños, adolescentes y jóvenes, permitiéndoles vivir experiencias diferentes que los enriquecen, amplían su cultura y les ofrecen un espacio íntimo de creación, armonía, estética y sosiego. En estos momentos ese rol se potencia. Seamos, hoy, más que nunca, maestros creativos, buscando nuevas formas de seguir formando seres cada vez más sensibles, cada vez más humanos, cada vez mejores personas.
Lic. Beatriz Morachimo
Directora de ERART
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